Javiera Reyes

Como mamá de dos niños que han pasado por el jardín con 10 años de diferencia, me reafirmo en la excepcionalidad de este gran centro dedicado a la primera infancia. Goldfish es para mí una experiencia privilegiada de aprendizaje y de inserción al mundo social para los niños en un contexto de total armonía y belleza. No solo les otorga un espacio seguro para su desarrollo, sino que entrega un marco de experiencias rico en estímulos, arte y cuidado emocional, donde sus educadoras ven en cada niño un mundo único de potencialidad y crecimiento.

Habiendo conocido otras experiencias preescolares en países europeos, pienso que nada se compara al proyecto educativo de Goldfish, lo que se manifiesta en en su maravillosa casa, biblioteca y recursos, así como las increíbles actividades que organizan continuamente. Ojalá cada niño de Chile y el mundo pudiera vivir la experiencia Goldfish, pues el mundo sería mejor.